El miércoles en la pasarela Cibeles dejó muy buen sabor de boca a los asistentes. Comenzó Alma Aguilar, que transformó su desfile en un paseo por una gran ciudad de noche. Presentó propuestas muy juveniles y desenfadadas, con un carácter muy urbano. Vestidos o muy cortos o muy largos y muchos volantes han sido la línea predominante de su colección. En pantalones todo vale, tanto pitillo como anchos con un denominador común, siempre de talle alto. Los petos vaqueros de la diseñadora fueron la novedad de la colección. Los materiales utilizados el tercipelo, denim, algodón envejecido y algo de charol en azules, maquillaje o blanco roto. Aguilar enriquece así la moda más casual en un desfile largo para dar cabida a todas las tendencias, en la que mezcla el ‘look neohippie’ y ultrafemenino.
Ailanto se decidió por la ciudad de Nueva York a finales de los setenta para presentar su desfile. Iñaki y Aitor Muñoz muestran también a una mujer urbana y activa. Los diseñadores le conceden especial importancia a la cintura y los hombros, elevando los talles y ampliando las mangas con colores muy llamativos y alegres estampados.
Larrainzar apuesta por los vestidos como pieza clave de su colección, o por encima de la rodilla o largos con amplia variedad de escotes. Las faldas también tienen su protagonismo, en diferentes modelos. El diseñador juega con el color de una manera magistral, que van desde el fucsia al blanco pasando por diferentes estampados. Elegancia y calidad en prendas que recuerdan a la sastrería más tradicional.
La diseñadora mallorquina Carmen March nos lleva al mundo natural con una colección muy elegante: minifaldas, minivestidos, drapeados, líneas abullonadas, talle alto, lazos y chaquetas con mucho volumen son las estrellas de su desfile. Los colores azules, grises, granates y morados, que recuerdan al otoño. Organza o paños de lana son los tejidos más utilizados por la modista.
El perfume de Pandora es el título que la diseñadora catalana Lydia Delgado ha utilizado para su colección, que rebosa exquisitez de vestidos sencillos y minimalistas que llevan su propio nombre, por un lado, y que contrata con la riqueza de tejidos y dibujos de inspiración oriental. Un paleta de colores muy sugerente, que van desde los más discretos (gris, negro o blanco) a los más llamativos (amarillos o fucsias). La catalana mostró a una ‘Shanghai Girl’, dio un aire asiático a la colección, sobre todo en cuanto a su delicadeza.
Como si de una colección nipona se tratase, Amaya Arzuaga produce magia en la pasarela, de hecho, su colección se llama Abracadabra. Hombros muy marcados, pantalones con grandes volúmenes poliédricos, punto XXL, faldas cortísimas, texturas armadas.
La diseñadora brasileña Gloria Coelho, fue la invitada especial de la Pasarela Cibeles y no defraudó. Presentó una colección llena de espíritu sesentero y excentricidad, o lo que ella misma define como nuevo estilo ‘clásico’. Su colección es un homenaje a la fotógrafa norteamericana Diane Arbus. Los materiales utilizados han sido pieles, pelo, tul, y tejidos tecnológicos. Abrigos enormes encima de minivestidos en gris, negro, teja y blanco.