“Hemos vuelto a la corbata”, afirma tajante un portavoz del Círculo de Economía para definir el ambiente que se respira en las Jornadas de Economía que celebra esta institución en Sitges. En las primeras ediciones, celebradas en Lloret de Mar (España), el Círculo advertía a los asistentes que “no es necesario vestimenta formal” y animaba a crear un “ambiente distendido”.
En las últimas ediciones, sin embargo, el traje y la corbata han vuelto a llenar las salas. “Aunque el que no lleva corbata tampoco desentona”, concluye.
El retorno
La corbata ha vuelto después de años de valorización de la informalidad, de ruptura con las tradiciones, de enfatizar la espontaneidad asociada a la juventud y a la creatividad, máximos exponentes de la era internet.
De aquellos años para acá –de cuando hasta los banqueros imitaban a los ejecutivos de las empresas .com aparcando la corbata– se ha pasado a una nueva era en la que la formalidad ha recuperado posiciones. Incluso los casual friday, esos viernes en los que se permite romper la norma vestimentaria en el seno de las empresas, deben cumplirse con mesura. O dicho a la manera de una consultora de recursos humanos: “El vestido informal de los viernes debe quedar limitado a pantalones chinos y camisas de tonos pastel”.
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Fuente: Prensa